Esta verdadera joya arquitectónica se construyó en el siglo XVI. Su bella portada renacentista es considerada la joya del plateresco en América, comparable en calidad con los edificios de la Universidad de Salamanca y del hospital de la Santa Cruz de Toledo, en España.
El conjunto arquitectónico está integrado por la iglesia y el monasterio. La iglesia cuenta con una espaciosa nave, tres capillas, un bautisterio, antesacristía, sacristía cubierta con bóveda de cañón y piezas de servicio doméstico. La cruz atrial del conjunto merece una mención aparte, por su significado y su rica composición de elementos en relieve.
El monasterio se conforma por el claustro grande, la capilla doméstica, el claustro chico, una cocina, una portería, el portal de los peregrinos y un pequeño museo de pinturas y esculturas; ahí mismo se exhiben objetos arqueológicos y etnográficos. El claustro comprende 13 celdas.
Pintura mural
Al interior del conjunto arquitectónico encontrarás una gran riqueza en pintura mural; por ejemplo, ubicada en el cubo de las escaleras que conducen al segundo nivel del claustro mayor, puedes contemplar el mural de La virgen lactante, del siglo XVIII. Hay pocas representaciones de esta escena, ¡y una se encuentra en Acolman!
En el pasillo exterior de este claustro, apreciarás pasajes de la pasión y crucifixión de Cristo, escenas del juicio final, cenefas con epigrafía y frases de la filosofía agustina. La capilla abierta conserva una bella pintura mural del siglo XVI, dedicada a santa Catarina de Alejandría. En el interior de la iglesia, destacan las representaciones de los doctores de la iglesia occidental, los cuatro evangelistas y santos agustinos.
Otras de las particularidades de este extraordinario lugar es que, en 1586, Sixto V otorgó la bula papal al prior de San Agustín Acolman, para hacer las primeras misas de aguinaldo. Este permiso le dio origen a las piñatas.
El exconvento de San Agustín de Hipona se ha convertido en una rica herencia cultural del Estado de México y de nuestro país. El 6 de abril de 1993 fue declarado monumento nacional, y hasta la fecha, funciona como Museo de Arte Colonial y sitio de culto abierto al público.